La primera proyección, en pantalla grande, será de un título inolvidable, Die Brücke (El puente), de 1959. Una emocionante película alemana sobre el final de la Segunda Guerra Mundial. A continuación podéis ver el cartel de la película y algunas opiniones de críticos y espectadores.
LOS ESPECTADORES HAN
DICHO DE “EL PUENTE”…
Esta película del año 1959 es para mí la
mejor película bélica de todos los tiempos.
¿Por qué creo que es la mejor? Refleja perfectamente lo cruda y absurda que puede llegar a ser una guerra sin necesidad de hacer una gran superproducción llena de efectos y grandes estrellas.
¿Por qué creo que es la mejor? Refleja perfectamente lo cruda y absurda que puede llegar a ser una guerra sin necesidad de hacer una gran superproducción llena de efectos y grandes estrellas.
El fluir de un río ha sido, en infinidad
de ocasiones, utilizado por muchos y grandes maestros del arte poético. La
película que el austriaco Bernhard Wicki realiza en 1959 no sólo es un intento
de denuncia bélica, va más allá.
En "El puente" confluye el dramatismo
de la guerra, la inseguridad e inocencia propia de la etapa adolescente, la
preocupación de los mayores por el futuro de sus hijos, el miedo, el
descubrimiento del amor y del sexo, la amargura que produce el amor no
correspondido, el sabor de la cobardía, la traición y la valentía...
Quizá "El puente" no sólo sea un
objetivo intrascendente a defender, quizá Wicki quiso también referirse
metafóricamente a ese difícil puente entre la juventud y la edad adulta, al
paso drástico que separa la vida en el pueblo a la vida en el frente bélico.
Wicki nos habla de un puente sin
importancia militar lo que acentúa el dramatismo y la gratuidad de la muerte en
la guerra. Sin duda el director centroeuropeo hizo una película sobre la vida a
la que quiso "vestirla" con traje militar. Bernhard Wicki rodó con fotogramas
de oro y no con emulsión de plata. Magistral.
Uno de los
mejores alegatos antibélicos que he visto.
Una película que consigue llegarte a las entrañas y arrancarte el
corazón, especialmente en la parte bélica final. Y lo hace con oficio, sin alardes
ni efectos especiales. No hacen falta. Obra maestra de la historia del cine.
No me cansaría nunca de volver a verla.
Una película llena de sentimientos en la que se refleja el verdadero sentir del
pueblo alemán a finales de la segunda guerra mundial. Unos actores de lujo con
unos diálogos de lujo. Una fotografía monumental y escenas que encogen el
corazón. Sin duda Spielberg copió en Salvar
al soldado Ryan, mucho de esta película. Genial, imprescindible.
Me equivoqué de sala y de película.
Muy gracioso el último comentario. Señora administradora del blob: no bromee con los grandes clásicos...
ResponderEliminarBlog, quería decir.
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