Es lo de siempre. Te acostumbras a la cortesía de alguien, a su sonrisa permanente, a su paciencia infinita para soportar sin perder la compostura (y repito, la sonrisa, eso tan raro últimamente en las caras de muchos de nosotros, y más teniendo en cuenta de donde trabajamos) a un grupo de chicos y chicas ruidosos que entran en la biblioteca como los bárbaros en Roma y al caos de los recreos... Te dejas llevar por un tranquilo entusiasmo que se materializa en un proyecto pequeño que poco a poco va tomando forma y mira, si es un blog de la biblioteca del insti, a ver qué han colgado...
Y un día te dicen que se va.
Como somos egoístas, queremos que te quedes. Pero no somos ignorantes, y somos conscientes de que el tiempo (se nos ha hecho muy corto) que has estado con nosotros nos ha dejado un poso que nos ha hecho a las personas que trabajamos aquí, al instituto, un poco mejores.
Gracias por todo. Te deseamos todo lo mejor, porque te lo mereces. Y si puedes, si quieres, quédate con nosostros a través de este blog.
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