martes, 11 de octubre de 2011

Un libro de Bradbury... pero no de Ray.

Confieso que saqué de nuestra biblioteca Dot.Com pensando que su autor, Jason Bradbury, estaba emparentado con el insigne autor de obras maestras como Farenheit 451. Pues resulta que no lo está; lo cual no sé si es malo o bueno, dado que Jason empezó su carrera en la televisión británica haciendo un rompedor programa de humor (Little Britain) y aún hoy sale en antena en un espacio en que descubre y pone a prueba los "gadgets" electrónicos más recientes (y alguno francamente descerebrado). No me imagino qué diría Ray (Bradbury, no Charles) si su hijo se paseara por el mundo sobre un monopatín a reacción.

Eoin Colfer (que es a su vez el padre de uno de los personajes de YA fiction más repelentes del mundo literario - ya te tocará el turno, Artemis Fowl, ya - ) ha definido Dot.Com como "The best of a brand new breed of techno-thriller". Es decir, que lo que vamos a encontrar en esta curiosa novela es: unos personajes que dejan al geek de turno a la altura del betún, un malo malísimo de última generación (o lo que es lo mismo, un cybervillano), una trama lo suficientemente interesante como para que el lector no se impaciente por el vocabulario especializado que permea toda la novela y una colección de artefactos que, en manos de unos chavales de doce años (y de unos gemelos japoneses de 9) harían las delicias de el superagente Ethan Hunt en una supuesta cuarta parte de la serie imposible.

Claramente, no se trata de ese tipo de literatura que a su autor le ganaría el Premio Nobel de la categoría correspondiente, ni Bradbury lo pretende. Es una novela de puro entretenimiento con su correspondiente dosis de obligada ñoñería (el protagonista, un cerebrito acosado por el matón de su clase, ha perdido a su mamá, y él y papá visitan regularmente su tumba... ¿qué pasaría en el mundo editorial y cinematográfico si desapareciera la blandenguería?) pero que, al menos, ofrece un consuelo a los empollones: no os preocupéis, puede que algún día tengáis la oportunidad de vengaros de los que os martirizan en el instituto hackeando su cuenta bancaria...

3 comentarios:

  1. No sé por qué me molesto

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  2. Muchas gracias, Miss B, por molestarte. Siempre hay alguien que te lee.
    Por seguir con los apuntes cinematográficos, en la biblioteca tenemos la versión que hizo François Truffaut de Fahrenheit 451. Es una película fantástica sobre un mundo donde están prohibidos los libros.

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  3. Cualquiera diría que se inspiró en el Villa de Vallecas...

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